lunes, 20 de julio de 2009

aLgúN_ dÍa_dEbiA_paSar__

Tras semanas intensivas de estadística inferencial atormentando mi cerebro, las finalicé saboreando brochetas de camarón con queso, cerveza y una platica entretenida, al recorrer el lugar (bar, restaurante… quien sabe) con la mirada, mi cabeza se detuvo en un punto, me sostuve de la silla con ambas manos para detener el impulso de levantarme que se dio en automático al verte sentado a escasos 4 o 5 metros de mi, por mas que mi mente buscó una excusa para acercarme, la presencia de “ella” me paro en seco, ¿como? como diablos podría acercarme, ¿y saludarte?, ¿un abrazo? ni se diga. Al verme cambiaste inmediatamente de lugar con ella para quedar casi frente a mi, conozco esas señas, las memoricé “te espero afuera cuando me levante” dos minutos pasaron cuando te miré de reojo pasar a un lado, esta vez no fui tras de ti; en ese momento sentí como “los títulos” también sirven de barreras.