El frío de los días, la caída de los sueños, mi sangre corriendo ante tu recuerdo, aún seguiré reinando cuando tus dientes crujan de enojo, cuando el tiempo se te acabe, la gravedad te hará caer, mientras veré cuando tus ojos lloren diamantes, brillosos y valiosos, ni de lejos, ya no podrás verme más, te dejo a cambio de mis alas la realidad, y adorno mis pies con plumas caídas y piedras preciosas, el viento no me detiene, me impulsa.