El sabor a hierba impregna mi boca, mis manos ciegas te conocen, el humo espeso nos enreda, y levitamos a su ritmo; subimos, bajamos, nos mezclamos. Tus manos están prohibidas, te saboreo y sabes cómo pienso; pienso frio y a veces caliente, pienso demente y pienso de cuerpo, pienso de piel, pienso de tí.