Para la penúltima noche que sufrí de imnsomnio, mis sueños ya no le pertenecían, él los había liberado, mi aliento anhelaba ser respirado por aquel recuerdo, de él mismo pero tiempo atrás, morfeo me ignoraba, noche tras noche llegaron inseguridades, llegaron mil cosas excepto el sueño, aún espero el último. Lo más fácil fue aceptarlo, lo difícil fue verlo no luchar.