martes, 12 de julio de 2016

El humo y mi conciencia salieron volando por la ventana, la noche ablandó mis piernas, el cabello comenzaba en mi y tú fuiste el fin, tomé  sentido en tus brazos y al ritmo de tu respiración llegué a un espacio alterno en donde fuimos uno iluminado toda la noche por la luna, el amanecer llegó, había que despertar.