Cada noche desde mi engaño me repetí una, y otra y otra vez que no merecía estar a tu lado, más bien tu no tenías que estar al mío, soy un peligro constante, soy tan volátil que desaparezco sin avisar, siento el cariño cómo cadenas que cansan, insisto… soy un peligro, no me mereces, te puedo lastimar. Y salgo corriendo, y me quieres, eso me hace regresar, y yo quiero, eso me hace quedar; pero mantente alejado de mí, porque lo sabes, te voy a lastimar…