Ahora es que puedo ver mi rostro completo, toma mi mano y corramos, el peligro de quedarme me alcanza. Sólo una vez, corro detrás de tí en tus sueños, no sé cómo y no hay algo que temer.
Te invado y me lo permites...
Quédate aquí entre mis piernas largas que te te protegen, las tuyas cortas nos sostienen, paso de un sueño a otro y me pierdo en el salto, no llego si no me atrapas.