A diario vengo para no olvidarte por completo, a diario vengo a esperarte, vengo a esperar que no regreses, vengo a tomar un poco de vida, a remendar mi corazón puntada a puntada, hora tras hora, año tras año. Primero fue tu cuerpo, luego tu mirada, tu sonrisa, y el timbre de tu voz fue el último intercambio, olvido a cambio de vivir.