Como lo presentí, al mirar de reojo tu silueta lo supe, eres tú, tal cual mis palabras se esfumaron de mi boca y solo sirve para sellar la tuya, no quiero palabras, esas sobraron por meses, hoy solo te quiero a ti, mis dedos haciendo justicia con tu cabello, mi boca efectivas las promesas dadas, me invitas a mirar la hora, no puedo, mi mirada se encuentra anclada a tu rostro, lo perpetuará hasta la próxima ocasión, no puedo perder el tiempo, hoy no es oro, es mero placer; tus manos me son tan familiares, como si cada noche de verdad hubieran reemplazado las mías sobre mi, todo el plan efectuándose a lo previsto, la hora exacta, las miradas, cuerpos, palabras, deseos, sensaciones, sonidos. Es extraño, se siente tan real, no quisiera pensar que es una ilusión.
