Comienza la jornada; a las 12:35 am del 10 de mayo, oficialmente dentro del “dia de las madres”, un viejo amigo, de los que conservo de mas de 4 años (muy pocos por cierto), fue el primero en “felicitarme” por esta fecha tan especial para mi (al menos eso cree el, y varios de los que cotorreo seguramente) el caso es que este chavo llego pasada la media noche en su “troca” como el dice; acompañado de unas bocinas muy ruidosas, demasiado diría yo, a despertarme justo este día que disponía a descansar las 8 horas continuas que hasta hace un año he podido dormir, y esta situación de gente que despierta gente sin importar en que estén soñando, me remitió a pensar en mi papel de madre y no solo por la felicitación o los regalos que espero recibir mañana, sino por los desvelos, que trajeron al cansancio a mi mente y este consecutivamente trajo a los pañales y al llanto si dejar pasar el dolor físico (fue natural, y por supuesto doloroso), y claro sin dejar de un lado los 26 kilos que subí de peso por mi embarazo; en fin todas estas cosas simplemente traen una imagen a mi cabeza, mi nena sonriendo con el cabello enredado y las botas de anguila 5 números mas grandes, y con eso basto para quitarme el sueño, el comenzar a recordar todos los acontecimientos que vistos fríamente me hacen pensar que es una mamada tener un hijo, perdida de la “libertad”, menos cotorreo, deformidades corporales, RESPONSABILIDAD, gastos, y así podría continuar; sin embargo a lo que mi conciencia no tiene una respuesta convincente es porque sabiendo esto, siento una clase de libertad con Osiris que no creo tener con nadie, cotorreo con ella (si quiero, no quiero, si quiero, no quiero; esa es su platica diaria), frente a ella me siento cómoda en calzones, y la responsabilidad, obtuvo otro sentido para mi. Y es que para todos soy Ada, Ada Madrina, Esme, pendeja, entre otros; pero solo para ella soy Mamada (jajaja si, así me dice) y eso seguramente durara mas en mi memoria que las felicitaciones de mañana.
