martes, 9 de junio de 2009

A los 7 u 8 años de edad nos conocimos, no nos hablábamos, porque ella era de las noñas fresas del grupito de Martha, Pati, y ya no me acuerdo de las otras, toda la primaria pase desapercibida ante sus ojos, hasta que en la secun. Como del grupo nada mas quedamos Guadalupe ella y yo en el mismo salón, empezamos a cotorrear digo porque es mejor malo por conocido, que bueno por conocer, solo una año duro nuestra amistad, de esas que son para no andar solo en el receso o ir a la lonche y platicar mientras te daban tu torta o te hacían caso; luego deserte de esa escuela, mi perdición, la Eti 1 (esa es otra historia…) después nosotras nos seguimos frecuentando poco, luego de como 3 años que cada quien por su lado hizo y deshizo, cotorreamos de nuevo y ahora sí con la adolescencia encima cotorreábamos, comíamos, hablábamos de novios, de falsas graduaciones, de canciones dedicadas, del futuro, o de cualquier pendejada digna de ser discutida por dos adolecentes, hasta que un día por azares del destino y decisiones de madres, se fue a vivir a Tijuana, y si acá estaba ondeada, ni me quiero imaginar después de 4 años de influencias fronterizas, cual sea el resultado en persona; yo por mi parte sigo aquí recordando, encontrando fotos y escribiendo, lo que sea, que requiera ser escrito por mi.






p.d. lo de roberto renteria solis quedo olvidado, lo unico que recuerdo es su nombre, completo!!!