Por fin mi conciencia tiene la posibilidad de reindivicarse por mis actos,
todo coincidió, mis recuerdos con los tuyos, seguramente no aplica lo mismo
para la necesidad que existía de tenerte cerca, ahora sí, sin la penuria de
añorar momentos, hoy estoy dispuesta a vivir, sentir y disfrutar lo que venga,
aun arriesgándome a que esta vez, seas tú el que tenga ganas de jugar.